jueves, 15 de octubre de 2009

Edward cullen


Edward Anthony Masen, más conocido como “Edward Cullen”, nació el 20 de Junio de 1901, en Chicago.
Sus padres, eran Edward y Elizabeth Masen. Tanto él, como sus padres, contrajeron la gripe española, durante una epidemia, que azotó la población de Chicago, Illinois, en 1918. La gripe, amenazaba con acabar con la vida de sus padres. Edward, contaba con sólo diecisiete años de edad, y su mayor y único deseo, había sido desde siempre, formar parte de la milicia. Cuando Elizabeth, su madre, estaba agonizando, le pidió al doctor Carlisle Cullen, que salvara a su hijo de esa muerte, como si supiera que él, podía hacer algo más, que el resto de los médicos. Tras esto, murió. Carlisle Cullen, se llevó al joven Edward a la Morgue, cuando aún estaba respirando, y le llevó en brazos hasta su casa, confiando en que ningún otro doctor lo notase, puesto que eran muchos los enfermos contagiados por la gripe española, y todos los días, morían muchos. A la hora de transformar a este, imitó todo lo que pudo, las heridas que le había hecho al transformarle en Vampiro, ya que no sabía con exactitud cómo hacerlo, provocándole aún sin querer, más dolor del necesario.
Los humanos, que tienen cierta habilidad al ser transformados, ocasionalmente la desarrollan, lo que se convierte en un Don. Edward, era muy sensible a los pensamientos de la gente, que estaba cerca de él, y desarrolló el Don de Leer la Mente, tanto de los humanos, como de los vampiros, y también de los licántropos.
El Doctor Cullen, piensa que los sentidos que más desarrollados tienes, en tu vida humana, es lo que se convierte en un Don, al convertirse en vampiro. Este, adoptó al joven Edward, como parte de su familia, motivo por el cual se apellida Cullen. A Edward, no le gustaba la idea de las restricciones, que Carlisle ponía en su casa, por eso después de unos años, se fue de la misma, a viajar por el Mundo, llegando así a una pequeña ciudad donde, escuchaba los pensamientos de las personas, y las que eran asesinos o violadores, eran los que merecían la muerte, por eso él, bebía su sangre. Años después Edward, se vio como un monstruo, y regresó a su casa, con el Doctor Cullen. Cuando Edward, volvió, Carlisle, había convertido a una mujer llamada Esme, en su esposa, convirtiéndola a su vez, en la madre adoptiva del joven.
Edward, intentó adaptarse a la forma de vida del Doctor Cullen, alimentándose de sangre animal en vez de humana, pero al ver que era muy difícil de conseguir, se alejó para comprobar otro estilo. Se sintió mal por tener que matar a seres humanos inocentes, y por ello, decidió matar a todos aquellos que gracias a sus actos malignos, merecían morir. Después de una década, se dio cuenta de que se había convertido en una especie de Dios, ya que él, era el que elegía quien moría y quién no. Volvió con el Doctor, para ver si él, le aceptaba de nuevo, y le ayudaba a mantener su mismo estilo de vida. Cuando Carlisle, le aceptó de nuevo como hijo, Edward, dejó de beber sangre humana, para beber la animal. Con el Tiempo, más vampiros,
hechos por el Doctor Cullen, se unieron a la familia. Rosalie Hale, una hermosa mujer que Carlisle, convirtió para que fuese la esposa de Edward, no dando esto resultado, pues estos, siempre se quisieron como hermanos. Los Cullen, se fueron mudando de sitio en sitio, pues al no envejecer, los demás humanos, podrían sospechar de ellos. Al poco Tiempo, se introdujeron en la familia, los nuevos hermanos de Edward. Emmett Cullen, Alice Cullen, y Jasper Hale.
En el año 2002, los Cullen, se instalaron en Forks, un pequeño pueblo de Washington, por segunda vez. La primera vez que los Cullen, se instalaron en Forks, había sido cien años atrás, cuando Carlisle, hizo un tratado con los hombres lobos cercanos a la zona, que tenían un estilo de vida diferente al de los otros vampiros. Ephraim Black, líder en ese entonces de los hombres lobo, aceptó el tratado, que además mantenía a los Cullen, fuera de su zona, y a ellos mismos, fuera de la de los Cullen.
Dos años después de la segunda llegada a Forks, llegaba allí, una joven llamada Isabella Swan, la que provocó que el joven Edward, se sintiese frustrado por dos motivos. El primero, era que no podía leer la mente de esta. Y el segundo era que la llegada de Bella a Forks, suponía una terrible amenaza para él, puesto que el dulce y bello olor que emanaba su sangre, le resultaba demasiado irresistible, más que el de cualquier otro ser humano. Tanto como si los años de abstinencia de sangre, hubiesen resultado ser en vano. Viendo amenazada toda su vida, trató de alejarse de la joven, por el bien de ella, y también del de su familia, y de su secreto, pero no pudo. Volvió a Forks, con la meta de controlarse y evitar a la joven, pero un día, una camioneta de uno de los compañeros del instituto de Bella y de Edward, perdió el control, y fue directa hacia ella. Sin pensarlo, Edward, corrió a salvarla, apartando la camioneta de su cuerpo. Después de esto, se dio cuenta de que, si no podía tenerla, tampoco quería perderla. El Tiempo libre, de Edward Cullen, fue destinado a cuidar de Bella, convirtiéndose así en su Ángel de la Guarda y su fiel enamorado.

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